Acercándose y Alejándose: Las Nuevas Directrices Europeas en materia de Prevención Abordan No solo Grandes Cuestiones sino también Grupos Específicos


El sexto grupo de trabajo de la Sociedad Europea de Cardiología y otras nueve sociedades han hecho públicas sus Directrices Conjuntas en materia de Prevención Cardiovascular. Estas nuevas directrices ponen un mayor énfasis en abordajes poblacionales en materia de prevención, en intervenciones específicas de cada enfermedad así como en patologías específicas de mujeres, sujetos más jóvenes y minorías étnicas.

 

El Mensaje 

Según el Dr. Massimo, F. Piepoli, la prevención de los ACV a nivel poblacional podría reducir la enfermedad en hasta en un 80%.

“La mortalidad por enfermedad arterial coronaria ajustada a la edad ha descendido desde la década de 1980, sobre todo en países con rentas altas, situándose, ahora, en índices de menos de la mitad de lo que eran los índices de principios de la década de 1980 en muchos países de Europa, gracias a la puesta en marcha de medidas preventivas, incluido el éxito que ha tenido la legislación en materia de tabaco,” tal y como aseguró el Dr. Massimo F. Piepoli, presidente del Grupo de Trabajo responsable de las directrices a TCTMD en comunicación mantenida por e-mail. “No obstante, siguen existiendo desigualdades entre países, especialmente, desfavorables tanto en países del este como en países en vías de desarrollo.”

Es por estas razones que las directrices ponen el acento en un abordaje poblacional en materia de prevención que pretende reducir el riesgo de enfermedad o un factor de riesgo de enfermedad en toda una población, lo cual acarrea, consistentemente, un mayor descenso de la carga de enfermedad que un gran cambio operado, solo, por sujetos de alto riesgo.

“Si la prevención se aplicase tal y como se ha enseñado reduciría, ostensiblemente, la prevalencia de enfermedad cardiovascular en casi un 80%, incluso la del cáncer en un 40%,” dijo Piepoli. “Reducir el riesgo poblacional de ECV (enfermedad cardiovascular) en solo un 1% resultaría en 25.000 casos menos de ECV y supondría un ahorro del gasto de unos 40 millones de euros al año en un país europeo medio.”

Las Directrices

Ante todo, las directrices abogan por que los profesionales sanitarios jueguen un papel en la defensa de intervenciones basadas en las evidencias a nivel poblacional a través de cambios en la legislación o en políticas en materia de asistencia sanitaria en áreas como la alimentación, el ejercicio físico y el tabaquismo. Por ejemplo, dijo Piepoli, los gobiernos podrían tomar medidas encaminadas en reducir el número de calorías y los niveles de sal, grasas saturadas y azúcares por ración de comida, así como el tamaño de las mismas.

Además de abogar por cambios poblacionales, las nuevas directrices detallan dianas de factores de riesgo revisadas y ajustadas para cosas como los niveles de presión arterial y lípidos, incorporando, a tal efecto, las últimas evidencias científicas disponibles.

El Grupo de Trabajo también abordó intervenciones específicas para el manejo de patologías cardiovasculares comunes tales como la insuficiencia cardíaca, la EAC (enfermedad arterial coronaria), la enfermedad arterial periférica o la fibrilación auricular. Las directrices revisan ciertas intervenciones para el manejo de estas patologías en grupos como mujeres, ancianos, pacientes más jóvenes o pacientes oncológicos y en entornos específicos tales como el propio domicilio del paciente o residencias de ancianos.

Piepoli subrayó aspectos de las nuevas directrices que merecen la atención de los médicos:

El uso de valoraciones sistemáticas del riesgo cardiovascular para todos los sujetos de mayor riesgo cardiovascular, tales como los que tienen antecedentes familiares de ECV prematura, hiperlipidemia familiar, factores de riesgo cardiovascular importante o comorbilidades que aumentaron el riesgo cardiovascular. Las directrices sugieren repetir las evaluaciones del riesgo cada cinco años o con más frecuencia en sujetos cuyos riesgos los acercan a un umbral que requiere, ya, tratamiento.

Para pacientes de 60 o más años, sobre todo pacientes de riesgo muy alto de sufrir enfermedad cardiovascular, el umbral de riesgo cardiovascular para el tratamiento con fármacos debería de interpretarse con una mayor indulgencia y desaconsejarse el inicio de tratamientos farmacológicos.

Simplificar los regímenes de tratamiento al nivel aceptable más bajo de todos, incorporando feedback y monitorizaciones repetidas. En el caso de una no adherencia persistente, podría hacerse necesario implementar intervenciones conductuales multi-sesión o combinadas.

Hacer más ejercicio físico y adoptar un estilo de vida saludable en toda situación y grupo poblacional, empezando con los niños, está, también, recomendado. Como objetivo, las directrices sugieren, al menos, 150 minutos de intensidad moderada o 75 minutos por semana de ejercicio físico aeróbico de intensidad alta. Este ejercicio físico también puede recomendarse a sujetos de riesgo bajo sin la necesidad de tener que someterlos a ninguna otra evaluación.

Tanto el personal sanitario como los cuidadores deberían de ser todo un ejemplo de cómo ha de llevarse una vida sana, no deberían de fumar ni usar en el trabajo ningún producto relacionado con el tabaco, dijo Piepoli.

Por último, otro mensaje clave de las directrices se centra tanto en la contaminación ambiental como en el mantenimiento de un entorno saludable.

“El impacto perjudicial que tiene la contaminación ambiental sobre las cardiopatías, tanto sobre los episodios isquémicos como sobre los episodios arrítmicos con una mayor ocurrencia de la hipertensión y la insuficiencia cardíaca es, desde hace tiempo, objeto de informes y escritos a este respecto en las sociedades científicas tanto europeas como norteamericanas,” concluyó Piepoli. “Un entorno saludable es esencial para prevenir la ECV.”


Fuentes:

  • Piepoli MF, Hoes AW, Agewall S, et al. 2016 European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice. The Sixth Joint Task Force of the European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular Disease Prevention in Clinical Practice (constituted by representatives of 10 societies and by invited experts). European Heart Journal. 2016;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Este estudio no contiene información alguna sobre los posibles conflictos de interés del Dr. Piepoli.

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