El Estudio BRAIN Confirma una Mayor Dosis de Radiación en el Lado Izdo. de los Cardiólogos


La exposición a la radiación del cráneo es mayor en la región izquierda que en la derecha para aquellos cardiólogos que realizan intervenciones invasivas, aunque esta diferencia puede atenuarse llevando un capuchón sin plomo en el laboratorio de cateterismo, según un estudio publicado en el número del 17 de agosto de 2015 del  JACC: Cardiovascular Interventions.

 

Las Implicaciones 

Según los autores del estudio, para concienciar, aún más, en materia de seguridad con la radiación, “hay que tener más información, conocimientos y divulgación” tanto de los riesgos como de las opciones preventivas.

Para el estudio BRAIN (Exposición a la Radiación del Cerebro y Atenuación Durante Intervenciones Cardiológicas Invasivas), el Dr. Ehtisham Mahmud, de la Universidad de California, San Diego (La Jolla, California), y sus colegas evaluaron a 7 colegas cardiólogos y 4 médicos asistentes (media de edad 38.4 años; todo varones) de su centro mientras realizaban procedimientos cardiovasculares diagnósticos e intervencionistas (media de 66.2 casos por operador; tiempo medio de fluoroscopia: 14.9 minutos).

Cada participante llevó un capuchón atenuante ligero XPF (BLOXR; Salt Lake City, Utah) de sulfato de bario y óxido de bismuto. Todos los capuchones se ajustaron con 6 dosímetros para medir la exposición a la radiación fuera y dentro del casquete.

Algo Más de Exposición en el Lado Izdo.

La exposición total en la parte exterior del capuchón fue numéricamente más alta sobre el lado izquierdo que sobre la parte central (de 106.1 frente a 83.1 mrad; P = .075), si bien la exposición en las dos zonas fue mayor que la exposición del lado derecho (50.2 mrad; P < .001 para ambas). La exposición total en la parte interior del capuchón fue similar para las 3 ubicaciones, oscilando entre 41.8 y 42.3 mrad, siendo, solo, un poco mayor que la medida por los controles ambientales (38.3 mrad; P = .046).

Tras calcular radiación ambiente, la exposición del lado exterior fue 16 veces mayor que la exposición del lado interior izquierdo y 4.7 veces mayor que la exposición del lado exterior derecho (P < .001 para ambos). La exposición del lado central exterior fue 11 veces mayor que la exposición del lado central interior del capuchón (P < .001), aunque no se observó diferencia alguna entre las dosis exterior e interior de exposición del lado derecho.

De entre varios factores, incluido el peso del paciente, el IMC de éste, la altura del operador, el peso de éste, el porcentaje de casos radiales realizados, el tiempo de fluoroscopia y el producto dosis-área, solo el nivel de formación del operador (en formación o un cardiólogo asistente) predijo el grado de exposición a la radiación de las ubicaciones exterior izquierda y central.

Los cardiólogos asistentes, que suelen colocarse en una postura secundaria alejados de la fuente de radiación, recibieron más radiación en los lados exterior izquierdo y central que sus colegas que suelen colocarse en posiciones primarias (P = .002 y P = .01, respectivamente). “A pesar de la menor exposición del segundo operador tal y como confirmó la ley de la inversa del cuadrado, la utilización óptima de la protección favorable al operador primario podría superar la protección ofrecida por una mayor distancia,” sugieren el Dr. Mahmud y sus colegas.

El Capuchón es Solo el Comienzo

En entrevista telefónica con TCTMD, el Dr. Mahmud dijo que el valor de este estudio “no es tanto el capuchón como la idea que subyace.” Con independencia de lo que utilizaran, o no, los operadores, “el mensaje más importante de este estudio es que la región izquierda del cerebro está muchísimo más expuesta a la radiación,” explicó.

“La verdad es que no hacemos mucho para protegernos…ni en posiciones primarias ni en posiciones secundarias,” añadió el Dr. Mahmud. “Una opción es este capuchón, pero lo cierto es que tenemos que hacer mucho más para saber más a este respecto y diseñar los equipos adecuados…o buscar alternativas que nos ayuden en nuestro trabajo diario.”

El Dr. Stephen Balter, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Columbia (Nueva York, NY), dijo a TCTMD en entrevista telefónica que la exposición total registrada fuera del capuchón, en el estudio, es “razonable” y está dentro de los valores que marcan las directrices reguladoras de 15.000 mrad totales al año.

Dicho esto, utilizar el capuchón “no hace daño a nadie,” dijo, y el hecho de que pueda utilizarse muchas veces lo convierte en una opción más económica que otras alternativas.

Es bien sabido que la exposición a la radiación es mayor en el lado izquierdo que en el derecho de los operadores del laboratorio de cateterismo, explicó el Dr. Balter. “Sencillamente tiene que ver con cómo están de pie y analizan los monitores.” No obstante, “hacer seguimientos y entender qué esta sucediendo es importantísimo,” dijo, añadiendo que estudios de modelos teóricos probablemente nos darán más resultados específicos con el tiempo.

Nunca habrá suficiente investigación epidemiológica para saber si el capuchón XPF y otros sistemas de protección están, o no, mejorando la seguridad, dijo el Dr. Balter. “Hay, no obstante, un beneficio teórico basado en la radiobiología de los modelos,” añadió. “Pero se trata de un beneficio pequeño basado en estas cifras.”

La Clave es la Formación

El Dr. Mahmud dijo que su equipo está preparando otro estudio, conocido como BRAIN 2, para analizar el fenómeno de cómo la postura que adoptan los operadores influye en la exposición a la radiación. “La postura primaria suele estar mejor protegida que la secundaria, en la que, casualmente, se está un poco más alejado pero en la que se podría estar teniendo una exposición más dispersa,” explicó “Probablemente ésta sea la primera vez en que se ha medido y valorado esto.”

El segundo estudio evaluará la validez de la diferencia entre una y otra postura, dijo el Dr. Mahmud. “Vamos a calcular muy sistemáticamente la exposición a la radiación de operadores en posturas primarias y secundarias y delante y detrás de los escudos protectores.” BRAIN 2 precisa que los operadores mantengan la misma postura a lo largo de cada procedimiento que realicen, explicó.

No obstante todos estos estudios, presentes y futuros, solo sirven para formar e instruir, concluyó el Dr. Mahmud. “Siempre me sorprende el pequeño número de personas que admiten que la radiación es un problema. Por eso creo que hará falta más información, conocimiento y divulgación” sobre los posibles riesgos y opciones preventivas disponibles,” concluyó.

 


Fuente:
Reeves RR, Ang L, Bahadorani J, et al. Invasive cardiologists are exposed to greater left sided cranial radiation: the BRAIN study (Brain Radiation Exposure and Attenuation During Invasive Cardiology Procedures). J Am Coll Cardiol Intv. 2015;8:1197-1206.

Declaciones:

  • El Dr. Mahmud dijo haber recibido apoyos para su ensayo clínico de Boston Scientific, Corindus y Gilead; ser consultor de The Medicines Company y miembro del panel de conferenciantes de Medtronic.
  • El Dr. Balter no declaró conflicto de interés alguno.

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