Permeabilidad Favorable a los 15 Años con la Implantación de un Stent guiada mediante IVUS en el Manejo de Lesiones de la Arteria Ilíaca

Los datos del mundo real de un único centro japonés revelan que la implantación de un stent guiada mediante IVUS (ecografía intravascular) se asoció a índices razonables de permeabilidad a los 15 años en los pacientes más ancianos tratados de enfermedad ilíaca. Los bajos índices de supervivencia, no obstante, apuntan a que la implantación del stent no es la única solución para estos pacientes.

Describiendo la permeabilidad a largo plazo como “favorable” con independencia de la morfología de la lesión, los investigadores dirigidos por el Dr. Hisao Kumakura, del Hospital Cardiovascular Kitakanto  en Shibukawa, también advierten: “la esperanza de vida tras un tratamiento endovascular fue mala, si bien la implantación de stents es viable para pacientes con EAP (enfermedad arterial periférica).”

En total, 455 pacientes (media de edad 72 años; el 88% varones) fueron sometidos a la implantación de un stent mediante guiado IVUS en 507 lesiones. Algunos casos con lesiones muy calcificadas acarrearon una predilatación “mínima,” si bien la mayoría se realizaron utilizando la implantación directa del stent. Las intervenciones tuvieron éxito en el 97.2% de los casos.

El estudio de cohorte retrospectivo valoró los resultados al cabo de 5, 10 y 15 años. Los MACE (episodios cardiovasculares adversos graves) incluyeron la mortalidad por todas las causas, los IM, las revascularizaciones cardíacas y los ACV y los MACLE (episodios cardiovasculares y en extremidades adversos graves) consistió en MACE más cualquier nueva revascularización por episodios ocurridos en extremidades y amputaciones mayores.

Ni la permeabilidad, probabilidad de supervivencia MACE, ni MACLE variaron en función de la clasificación II del Consenso Inter-Societario Transatlántico (TASC) (el 69% de los pacientes presentaban lesiones tipo A/B y el 31% lesiones tipo C/D).

Según el análisis multivariado de Cox, los predictores de permeabilidad primaria fueron el área de la luz post-operatoria, la trombosis intra-stent, la interrupción de los fármacos antiplaquetarios y las lesiones calcificadas. Los predictores de la supervivencia fueron la edad, la isquemia crítica de las extremidades, la diabetes, la hemodiálisis y los niveles de dímero D (P < .05 para todos).

La mitad de todos los fallecimientos se debieron a la enfermedad cardiovascular, otra cuarta parte a malignidades y el 20% a neumonías. Cabe destacar que “el índice de supervivencia a 15 años fue más favorable que la esperanza de vida descrita en pacientes con EAP,” apuntan Kumakura y sus colegas.

Se Puede Hacer Más para Ayudar a los Pacientes

Aunque los resultados de la permeabilidad primaria son “aceptables,” es todavía más interesante que no se observa variación alguna en este resultado entre las categorías TASC, tal y como aseguran los Dres. Mehdi H Shishehbor y Shikhar Agarwal, ambos de Cleveland Clinic (Cleveland, OH). “Así pues, a pesar de su alta complejidad en el momento de la intervención, el tratamiento con éxito, con independencia de la severidad basal, arrojó una permeabilidad similar,” aseguran, reconociendo que los resultados podrían no estar dotado de las herramientas estadísticas necesarias en años posteriores cuando menos pacientes estaban en riesgo.

Otras lesiones, añaden los editorialistas, son la “utilidad clínica de las imágenes adyuvantes a la hora de realizar intervenciones endovasculares en extremidades inferiores” así como la “continua necesidad de más factores de riesgo agresivos y modificaciones de los hábitos de vida en estos pacientes” tras la intervención.

“Aunque el impacto que tiene la modificación del factor de riesgo agresivo sobre la permeabilidad a largo plazo es controvertido, hay pocas dudas de que reducir los niveles lipídicos, dejar de fumar y el tratamiento antiplaquetario minimizan los MACE en esta población,” explican.

Preocupa recientemente la “conveniencia de las intervenciones EAP en muchas prácticas clínicas grandes, lo cual, a su vez, acarrea a un mayor escrutinio de estas intervenciones,” advierten Shishehbor y Agarwal, que aseguran que imágenes adyuvantes tales como la IVUS o la reserva fraccional del flujo pueden hacer, potencialmente, “que las intervenciones periféricas sean más precisas, seguras y mejores.”

Declaraciones:

• Kumakura Shishebhor y Agarwal no declararon conflicto de interés alguno.

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