Un Estudio Sugiere que los Esfuerzos para la Prevención de IM están Fracasando con el Aumento de Ciertos Factores de Riesgo

Controvertidos nuevos datos sugieren que los esfuerzos por prevenir los cuadros de IM podrían terminar siendo contraproducentes. En lugar de mostrar una tendencia a la baja durante las últimas dos décadas, confirman que, en realidad, han aumentado un puñado de los factores de riesgo más importantes y más modificables.

“Sorprendentemente, lo que descubrimos fue que los pacientes que sufren un infarto de miocardio son cada vez más jóvenes,” dijo el Dr. Samir Kapadia, MD (Cleveland Clinic, Cleveland, OH), en rueda de prensa previa a la celebración de las Sesiones Científicas anuales organizadas por el Colegio Americano de Cardiología celebradas en Chicago. En el estudio, programado para ser presentado en el congreso del próximo 4 de abril de 2016, Kapadia y sus colegas descubrieron que no solo ha descendido la media de edad de los pacientes que sufren un IM, de 64 a 60 años sino que otros factores de riesgo como el tabaquismo han aumentado drásticamente.

Para determinar las diferencias en los factores de riesgo entre los pacientes que debutaron con STEMI (infarto de miocardio sin elevación del segmento ST) con el paso del tiempo, los investigadores examinaron los datos de 3.912 pacientes consecutivos (el 42.5% anteriores y el 57.5% inferiores) que acudieron a Cleveland Clinic entre 1995 y 2014. De estos, el 34% ya habían sido diagnosticados, con anterioridad, de EAC (enfermedad arterial coronaria).

Resultados Inesperados y Contradictorios

Los pacientes fueron divididos en cuatro grupos en función de la fecha de presentación: 1995-1999, 2000-2004, 2005-2009 y 2010-2014. Los factores de riesgo se valoraron para toda la cohorte y la población con EAC.

En todos los períodos de tiempo, la proporción de pacientes víctimas de STEMI con hipertensión y obesidad (IMC > 30) y diabetes aumentó de manera estable. Y lo que es más alarmante de todo, el porcentaje de pacientes que aseguraban ser fumadores en la actualidad aumentó en más del 60%.

Tendencias en los Factores de Riesgo para Pacientes STEMI

Además, cuando se hizo una comparativa de las tendencias entre toda la cohorte y el subgrupo con EAC conocida, los hallazgos fueron los mismos.

Kapadia tildó los resultados de “inesperados,” añadiendo que los médicos, por regla general, creen que están haciendo un trabajo mejor en la prevención de la enfermedad. Los datos fueron precisamente lo contrario, advirtió, a lo que este grupo pensaba, inicialmente, que encontraría en una población contemporánea comparado con hace veinte años.

“La implicación…es que tenemos que ir más allá y esforzarnos por formar a los pacientes,” dijo Kapadia. Decir a la gente, sencillamente, que deben de hacer dieta y ejercicio no basta, añadió. Más bien lo que necesitamos en contar con un “programa muy estructurado de cardiología preventiva” que les enseñe cómo llevar a cabo los cambios en los hábitos de vida que necesitan y que son necesarios para reducir sus riesgos. Tanto cardiólogos como médicos de atención primaria han de estar implicados en este proceso y comprometidos a que el paciente lleve a cabo estos cambios, explicó.

Hay que Trabajar en la Valoración de los Riesgos y en las Comparativas de Datos

En la teleconferencia, la vicepresidenta del ACC, Dra. Mary Norine Walsh, MD (Centro del Corazón St. Vincent, Indianapolis, IN), que moderó la llamada, describió el hallazgo de “noticias muy descorazonadoras” y preguntó a Kapadia si quizá un fenómeno regional podría ser el responsable de los hallazgos teniendo en cuenta que todos los pacientes procedían del mismo centro.

Respondió que su grupo no puede estar seguro de si los hallazgos son extrapolables a todo el país, pero dijo que esperan confirmar los resultados en las bases de datos tanto de la Muestra Nacional de Pacientes Hospitalizados como en el Registro Nacional de Datos Cardiovasculares.

En comunicación con TCTMD, Walsh dijo que ese sería el siguiente paso a dar, pero advirtió que con independencia de que los hallazgos sean, o no, de aplicación a la población, a nivel general, “ésta es una cuestión abierta y todavía sin respuesta.” No solo los pacientes fueron un grupo seleccionado geográficamente, advirtió, sino que la cohorte incluyó tanto a pacientes que fueron atendidos en el hospital tras ser trasladados en transporte médico como a aquellos que optaron por acudir por sus medios al hospital.

“En gran medida es un estudio que debería de animar a otros a analizar sus propios datos y en bases de datos que incluyan varios centros, no solo uno,” observó Walsh. “Los datos de tabaquismo, en particular, han de ser escrutados con detalle porque no sabemos que los índices de tabaquismo son más bajos, a nivel general, que hace 20 años, y siguen bajando cada año…No obstante no es esto lo que revela este grupo particular de pacientes.” Asimismo, dijo, hay estudios que han revelado que el control de la hipertensión está mejorando pero “inquietantemente, en esta población de pacientes, el riesgo fue bastante alto.”

En lo que a los médicos se refiere, Walsh dijo que uno de los principales mensajes que nos deja el estudio es que hemos de mejorar las valoraciones de riesgos que hacemos de pacientes con EAC que han sufrido, o no, un IM. “Para mí uno de los mensajes más importantes que nos deja,” concluyó, “asegurarnos de que las personas que ya han sufrido un IM sean atendidas en rehabilitación cardíaca porque sabemos que aquellos que acuden a estos centros más viven más tiempo y mejor desde el punto de vista de la morbilidad y acuden menos al hospital.”

• Mentias A, Barakat AF, Raz MQ, et al. An alarming trend change in risk profile of patients with ST elevation myocardial infarction over the last two decades. Presented at: American College of Cardiology Scientific Session; April 4, 2016; Chicago, IL.

Declaraciones:

• Kapadia no declaró conflicto de interés alguno.
• Walsh dijo haber recibido honorarios como consultor de Amgen, Janssen Pharmaceuticals, Minnetronix, Novartis, Roche, Thoratec y United Health Care.

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