Un Meta Análisis se Cuestiona la Seguridad de las Transfusiones Sanguíneas Rutinarias en Pacientes víctimas de un IAM

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Tras sufrir un infarto agudo de miocardio (IAM), las transfusiones sanguíneas que pretenden contrarrestar la anemia secundaria a los fármacos antitrombóticos podrían ser más perjudiciales que beneficiosas, según un meta análisis publicado en Internet el pasado 24 de diciembre de 2012, previo a su edición impresa en Archives of Internal Medicine.

Investigadores dirigidos por el Dr. Saurav Chatterjee, de la Brown University (Providence, RI), analizaron 10 estudios de 203.665 pacientes víctimas de un IAM que compararon estrategias de transfusión sanguínea contra la anemia para ver los resultados. Los estudios, llevados a cabo entre 2001 y 2011 incluyeron 9 estudios observacionales y 1 aleatorizado. 

La Mortalidad aumentó caso 3 Veces

 Las transfusiones sanguíneas comparadas con ninguna transfusión sanguínea durante el IM se asociaron a una mayor mortalidad por todas las causas (18.2% frente al 10.2%; riesgo relativo-RR 2.91; IC del 95% 2.46-3.44; P < 0.001) así como a un aumento ponderado del riesgo absoluto del 12% (P < 0.001) y un número necesario para perjudicar = 8 (IC del 95% 6-17). 

El análisis multivariado reveló que este mayor riesgo se mantuvo después de ajustar por múltiples variables tales como la duración del seguimiento, los antecedentes hemorrágicos, los niveles basales de creatinina, los niveles basales de hemoglobina, el nadir del nivel de hemoglobina y el cambio en los niveles de hemoglobina durante la estancia hospitalaria, así como por el uso de inhibidores de la glicoprotenía IIb/IIIa o agentes trombolíticos o antiplaquetarios.

No obstante, el riesgo de mortalidad secundario a las transfusiones sanguíneas se atenuó cuando el análisis se limitó a estudios que incluyeron a pacientes con STEMI (RR 2.89; IC del 95% 0.54-15.58; P = 0.22) o un hematocrito basal < 30% (RR 1.72; IC del 95% 0.39-7.63; P = 0.47). 

Según los autores, el análisis secuencial que tuvo en cuenta el tamaño del estudio sugirió evidencias para un aumento del riesgo relativo de casi el 20% con las transfusiones sanguíneas o una estrategia liberal de transfusión sanguínea comparada con una estrategia de ninguna transfusión o una transfusión limitada. 

Las transfusiones sanguíneas también se asociaron a un mayor riesgo de subsiguientes IM (RR 2.04; IC del 95% 1.06-3.93; P = 0.03).

Este último hallazgo es consistente con estudios que indicaron que las transfusiones sanguíneas tienen effectos nocivos sobre la agregación plaquetaria, aseguran los investigadores, así como con una “reciente recomendación de la AABB (antes, Asociación Americana de Bancos de Sangre) y con una anterior revision Cochrane para una política restrictiva de transfusiones sanguíneas en pacientes críticos.” 

Además, la aparente mitigación del riesgo de transfusiones en pacientes STEMI así como en aquellos con un hematocrito basal < 30% marca el rumbo para futuras investigaciones orientadas a identificar subgrupos específicos que podrían obtener un beneficio neto de las transfusiones sanguíneas, observan. 

¿Confundiendo un 'Fallo Casi Fatal'? 

En un editorial que acompaña al estudio, los Dres. Jeffrey L. Carson MD, de la Facultad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey (New Brunswick, NJ) y Paul C. Hébert, del Instituto de Investigación del Hospital de Ottawa (Ottawa, Canadá), valoran los estudios observacionales subrayando que el meta análisis “presenta un fallo casi fatal: eso es, los pacientes que necesitan transfusiones sanguíneas están más enfermos que los que no las necesitan. Aquellos pacientes también son más propensos a sufrir complicaciones letales o amenazantes para la vida.” 

Además, aseguran, como las transfusiones salvan las vidas de muchos pacientes, cabría esperar que los autores del estudio hubiese formulado “preguntas más relevantes y complejas a nivel clínico” tales como “¿qué se entiende por desencadenante de una transfusión segura de hemoglobina en la mayoría de pacientes?” o “¿qué pacientes víctimas de un IAM corren un mayor riesgo de ser transfundidos o de sufrir anemia que otros pacientes?” 

Debido a las limitaciones del estudio, los Dres. Carson y Hébert concluyen que los médicos no deberían de usar los resultados para justificar ni limitar el uso de glóbulos rojos. “Ante los riesgos reales y posibles beneficios derivados de cómo elegimos usar el valioso recurso de las transfusiones sanguíneas, creemos que hace mucho tiempo que se necesita llevar a cabo una investigación de calidad,” concluyen.

 


Fuentes:
1. Chatterjee S, Wetterslev J, Sharma A, et al. Association of blood transfusion with increased mortality in myocardial infarction: A meta-analysis and diversity-adjusted study sequential analysis. Arch Intern Med. 2012;Epub ahead of print.

2. Carson JL, Hébert PC. Here we go again—blood transfusion kills patients? Arch Intern Med. 2012;Epub ahead of print.

 

Declaración:

  • El Dr. Chatterjee no declaró conflicto de interés económico alguno.
  • El Dr. Carson dijo haber recibido en su centro una subvención para su investigación de Amgen y ser consultor de Cerus.

 

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