Un Estudio Sugiere que las UCC Pueden Evitarse en Muchos Pacientes SCASEST


Las unidades de cuidados coronarios (UCC) hace décadas que son clave en el manejo de IAM, pero pare que en la actual era de pacientes estables víctimas de SCASEST (síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST), a estos pacientes les va igual de bien, a corto plazo, si son ingresados, inicialmente, en salas de telemetría cardiológica, tal y como sugiere un estudio observacional. No obstante, muchos de estos pacientes siguen siendo ingresados en las caras UCC.

Implicaciones   

Los editorialistas aseguran que el estudio “ofrece evidencias convincentes de que el valor del triaje rutinario de todos los pacientes que sufren un IAM y son derivados a una UCC ha de ponerse en tela de juicio.”

El hallazgo de resultados clínicos similares “tranquiliza a los médicos de que la mayoría de pacientes estables que han sufrido un SCASEST pueden ser atendidos, con todas las garantías, en salas de telemetría cardiológica,” dijo uno de los autores del estudio, el Dr.  Sean van Diepen, del Hospital Universitario de Alberta (Edmonton, Canadá), a TCTMD en comunicación mantenida por email. “Teniendo en cuenta el alto coste que acarrean los ingresos en UCC, estos hallazgos también ofrecen futuras oportunidades para reducir el gasto hospitalario.”

El uso de UCC para pacientes víctimas de IAM se adoptó rápidamente en la década de 1960 en base a los resultados de estudios que revelaban descensos en la mortalidad aunque siguen faltando evidencias de alta calidad en torno a esta cuestión.

Teniendo en cuenta el menor riesgo que corren las poblaciones contemporáneas víctimas de SCASEST, las directrices europeas y norteamericanas recomiendan hospitalizar a pacientes estables en unidades de telemetría, aunque estudios anteriores confirman que entre el 50% y el 64% de estos siguen siendo derivados a UCC.

“Aunque pequeños estudios han sugerido mejores resultados en pacientes SCASEST ingresados en UCC, estos análisis, probablemente, estén sesgados por factores de confusión tales como la hospitalización, el tratamiento y el proveedor sanitario en cuestión,” aseguran van Diepen y sus colegas en su estudio publicado en Internet la semana pasada en el American Heart Journal.

Para analizar mejor esta cuestión, los investigadores examinaron los datos administrativos de7.869 pacientes hospitalizados por SCASEST entre abril de 2007 y marzo de 2013 en 13 centros secundarios o terciarios de Alberta. Unas dos terceras partes de los pacientes (65.3%) fueron ingresados, inicialmente, en UCC.

“Ciertamente esperaba encontrarme un porcentaje considerable de pacientes estables SCASEST hospitalizados en UCC, lo que no esperaba es que el porcentaje fuese tan alto,” dijo van Diepen.

La duración media de las estancias hospitalarias fue similar en pacientes ingresados en salas de telemetría que en aquellos ingresados en UCC (6.2 vs 5.7 días; P = .29). Los pacientes ingresados en unidades de telemetría, no obstante, eran menos propensos a someterse a la pruebas de imágenes o a intervenciones cardíacas (40.3% vs 48.5%; P < .001).

No se observó diferencia alguna entre los dos grupos en ninguno de los resultados clínicos examinados (tabla).

Resultados Clínicos de Pacientes SCASEST

En líneas generales, los resultados fueron consistentes con la Puntación de Riesgo de la Universidad de Duke y con las categorías de los Índices de Comorbilidad Charlson en pacientes víctimas de SCASEST y anginas inestables.

Volver a Evaluar el Uso Rutinario de las UCC

Aunque las UCC se han convertido en un elemento clave en el manejo de los cuadros de IAM, “en un contexto de gastos sanitarios cada vez más altos, en el que los cuidados intensivos suponen, casi, el 50% de los gastos hospitalarios, el uso apropiado de las UCC ha ido centrando, cada vez más, la atención de los especialistas,” tal y como aseguran los Dres. Michael Silverman y David Morrow, del Hospital Brigham de Mujeres de Boston (Boston, MA), en un editorial acompañante.

El presente estudio, continúan, “centra la atención en las UCC y ofrece evidencias convincentes de que el valor del triaje rutinario de todos los pacientes que sufren un IAM y son derivados a una UCC ha de ponerse en tela de juicio.”

Silverman y Morrow se cuestionan por qué los beneficios atribuidos a las UCC hace décadas serían menos importantes hoy en día y apuntan a dos posibles explicaciones: una evolución en la epidemiología e historia natural de los IAM y cambios en los entornos hospitalarios más allá de las UCC.

Desde la década de 1960, advierten, la incidencia de los cuadros de STEMI (infartos de miocardio con elevación del segmento ST) ha ido descendiendo, la incidencia de los cuadros de STEMI ha ido a menos, el tratamiento de reperfusión ha mejorado, las revascularizaciones coronarias inmediatas o precoces se han ido convirtiendo en la estrategia primaria y los tratamientos preventivos han mejorado. Todos estos cambios han reducido la mortalidad intrahospitalaria post-IM. Además, ha ido decayendo la frecuencia de ocurrencia de los cuadros de shock cardiogénico y de arritmias amenazantes para la vida.

Entre tanto, los hospitales ido han desarrollando formas de prestar asistencia inmediata mediante monitorizaciones ECG continuas en unidades de cuidados intermedios centrando y el uso de UCC en todos aquellos pacientes que precisan cuidados intensivos avanzados.

“Las actuales directrices de las sociedades profesionales para el manejo de los cuadros de IAM ya no ofrecen recomendaciones formales sobre dónde proporcionar los cuidados médicos,” aseguran los editorialistas. “Las directrices fomentan el triaje en base a la valoración de los riesgos, lo cual sugiere que los pacientes de alto riesgo sean ingresados en UCC y los de bajo riesgo en unidades de cuidados intermedios con monitorización ECG continua.”

Semejante abordaje tendría importantes implicaciones a nivel de costes, advierten van Diepen y sus colegas.

“En EE.UU., las UCC están equipadas para proporcionar coeficientes paciente-personal en proporción de 1 a 2 o de 2 a 2, monitorización hemodinámica avanzada y soporte vital cardiorespiratorio mecánico,” explican. “En consecuencia, se calcula que las UCC acaparan el 35% del gasto hospitalario en un porcentaje de camas de tan solo el 5%.

“En una época de reducción de costes sanitarios y recortes críticos que minan la capacidad operativa la redirección de pacientes estables que han sufrido un SCASEST desde una UCC a otras salas ofrece la oportunidad de mejorar la asignación de recursos sanitarios,” concluyen. “Colectivamente, nuestros hallazgos sugieren futuras oportunidades de evaluar posibles ahorros del gasto, asignar recursos y resultados así como los clínicos encaminados a reducir las hospitalizaciones en UCC por cuadros de SCASEST no complicados.


Fuentes: 
1. van Diepen S, Lin M, Bakal JA, et al. Do stable non-ST segment elevation acute coronary syndromes require admission to coronary care units? Am Heart J. 2016;Epub ahead of print. 
2. Silverman MG, Morrow DA. Hospital triage of acute myocardial infarction: is admission to the coronary care unit still necessary [editorial]? Am Heart J. 2016;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Van Diepen no declaró conflicto de interés alguno.
  • Ni Morrow ni Silverman declararon conflicto de interés alguno.

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Todd Neale is the Associate News Editor for TCTMD and a Senior Medical Journalist. He got his start in journalism at …

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